sábado, 25 de agosto de 2012

RECTOR DE UNJBG APROBÓ RESOLUCIÓN PARA COBRAR JUGOSAS BONIFICACIONES

El Oci, el sindicato de trabajadores y la federación de estudiantes de la UNJBG se oponen a dicha medida. Lo hacen con justa razón ya que la Ley de Presupuesto 2012 prohíbe expresamente las bonificaciones, dietas, asignaciones y aumentos. Autoridades sostienen que firmaron disposición para producir una “gestión eficiente y eficaz”.

  
Le sacan la vuelta a la ley. El rector, el vicerrector, los decanos, los jefes de oficina y otras autoridades de la Universidad Nacional Jorge Basadre Grohmann (UNJBG) habrían cobrado desde enero a la fecha jugosas bonificaciones, pese a que la Ley de Presupuesto 2012 las prohíbe expresamente en su artículo N° 6.

Esta irregular situación comenzó el 15 de diciembre de 2011 cuando el rector Miguel Ángel Larrea Céspedes firmó la Resolución N° 8888 mediante la cual se dio un buen regalo de Navidad: la aprobación del “Reglamento de bonificación por responsabilidad directiva, racionamiento y productividad”, a través de la cual puede percibir ahora el 100% de una UIT, es decir, 3 mil 650 soles adicionales a su sueldo (7 mil 138 soles, según Transparencia del portal web de la UNJBG). Gracias a dicho reglamento, Larrea también puede cobrar el 15 % de una UIT por “productividad”. En total, el rector de la UNJBG se estaría llevando a los bolsillos más de 10 mil soles mensualmente.

Además, mismo Papá Noel, Larrea involucró en esta norma a otros directivos, al personal docente y administrativo y a los servidores que realizan “trabajos extraordinarios”. Así, el vicerrector puede percibir el 86.30% de una UIT; los decanos, el director de la Escuela de Postgrado y los secretarios generales el 60%, mientras que los jefes de oficina y secretarios académicos el 21.94%, todo ello independientemente de sus sueldos.

“EFICIENCIA Y EFICACIA”
Lo curioso del asunto es que las autoridades universitarias justificaron las bonificaciones señalando que estas servían para producir una gestión eficiente y eficaz. “Para ello debe desarrollarse una política de mejora sustancial en las asignaciones económicas a los académicos, profesionales, técnicos y servidores en general, que ocupan cargos de responsabilidad directiva” fue el fundamento usado para la aprobación de la Resolución N° 8888.

Inicialmente nadie reclamó; quizá porque los servidores, técnicos y auxiliares que no ejercen cargos directivos también se vieron beneficiados, dado que pueden percibir desde el 6.85% hasta un 8.22% de una UIT siempre y cuando sus jefes directos les reconozcan “labores extraordinarias”. Fue así como la madeja se deshizo: algunos servidores empezaron a reclamar porque sus superiores no les reconocían dichas labores. 

TRABAJADORES INCONFORMES
El pasado 18 de enero el Sindicato de Trabajadores Universitarios (SITRAUN) y el Sindicato Único de Trabajadores Universitarios (SUTUNTAC) de la universidad se unieron y presentaron una impugnación a la Resolución N° 8888.

En diálogo con VISTAPREVIA, el secretario general del SITRAUN, Juan Salazar Peñaloza, sostuvo que el Reglamento de bonificación viola los derechos constituciones de los trabajadores, ya que se le exige horas extras disfrazadas en “trabajos extraordinarios” para que se les pague las bonificaciones. “Las horas extras están actualmente prohibidas, lo que buscan es engañarnos y que trabajemos más de la cuenta sin que nos paguen”, manifestó.

“Las autoridades han hecho caso omiso a nuestra impugnación. Han tratado de confundirnos. El asesor legal (de Larrea) dice que las bonificaciones se vienen pagando desde hace más de 20 años, pero es mentira porque esta resolución ha sido aprobada en diciembre de 2011 y se está ejecutando este año”, agregó Salazar al tiempo de indicar que la Ley de Presupuesto 2012 prohíbe las bonificaciones.

¡CONTRA LA LEY!
Este último argumento lo hizo más contundente el Órgano de Control Institucional (OCI) de la UNJBG, mediante el oficio N° 050 dirigido a Larrea. La jefa de dicha área, Dulia Loayza Gutiérrez, invocó a la autoridad a tomar en cuenta el artículo N° 6 de la mencionada ley que dice: “Prohíbese en las entidades del Gobierno Nacional, gobiernos regionales y gobiernos locales, el reajuste o incremento de remuneraciones, bonificaciones, dietas, asignaciones, retribuciones, estímulos, incentivos y beneficios de toda índole, cualquiera sea su forma, modalidad, periodicidad, mecanismo y fuente de financiamiento. Asimismo, queda prohibida la aprobación de nuevas bonificaciones, asignaciones, incentivos, estímulos, retribuciones, dietas y beneficios de toda índole con las mismas características señaladas anteriormente”.

El oficio del OCI precisa que las bonificaciones resultan improcedentes, toda vez que en los años 2007 y 2009 se presentó el mismo caso, haciéndose la consulta a la Dirección Nacional de Presupuesto Público que se pronunció en contra de este tipo de medidas.

Como vemos la ley es clara, pero las autoridades universitarias, al parecer, juegan a la gallinita ciega ya que al momento no han anulado la resolución que los favorece económicamente.

FEDERACIÓN ESTUDIANTIL
Los universitarios basadrinos también están indignados con la situación. “Lo que está pasando no tiene nombre. Se aprobaron esas bonificaciones a puertas cerradas. Justifican sus aumentos señalando que mejorarán la calidad educativa, pero no hay nada de eso. Todo es un desastre en la universidad: no hay laboratorios especializados, la reconstrucción de la facultad de ingeniería civil está paralizada, hay un sinfín de problemas que no son resueltos y las autoridades solo están pensando en sus sueldos”, expresó Toribio Chambilla, presidente de la Federación de Estudiantes.

En tres ocasiones VISTAPREVIA intentó conversar con el rector Larrea; sin embargo, su secretaria siempre aludió que este se encontraba muy ocupado. En la Oficina de Planificación, área responsable de hacer el pago de las bonificaciones, nos indicaron que solo cumplen órdenes.

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